Ser espectador del sexo ajeno se vuelve tentador cuando estimula los sentidos y motiva deseos dormidos. En la actualidad, no implica una conducta devaluada y algunos sexólogos recomiendan observar la sexualidad de otros como estimulador del deseo o como modelo de aprendizaje. Sigue leyendo
#3 FETICHE: VOYEURISMO Y EXHIBICIONISMO
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